La colina de los niños



Un largo y venturoso viaje - Santigo Gil se refiere a "La colina de los niños

No es casual que Germán Hernández haya comenzado su libro de relatos citando a Julio Cortázar. El escritor argentino decía siempre que en la novelas la victoria podía ser por puntos, pero que en los relatos siempre había que ganar por ko. No hay concesión posible cuando alguien quiere contar en pocos renglones lo que podría narrar en miles de páginas. Germán consigue noquearnos en casi todos sus relatos, y lo bueno es que recurre a distintas técnicas, a virajes inesperados, a juegos de palabras y a una constante intención de rozar algunas de nuestras emociones.

Este es un libro que se va leyendo sin que casi seamos conscientes de que andamos persiguiendo las letras del abecedario. Es hipnótico y sorprendente, valiente en algunos de los temas que aborda y al mismo tiempo es un gran tablero que propone todos los juegos literarios que queramos emprender más allá de lo que tenemos delante.
Santiago Gil. Fotografía de Angel Medina.

Me gustan sus principios y me levanto de mi asiento ante sus finales. Si tiene que ser duro es duro y si quiere ser sensual sabe moverse por los márgenes del erotismo, para dejarnos libre todo el camino que conduzca a nuestros propios sueños. Se acerca a los adioses y a las muertes, y en sus ficciones casi todos los personajes quieren escapar hacia alguna parte. Encontrarán humor y soledad, metaliteratura con sugerentes guiños inesperados y unos personajes que saben contarse y que jamás confunden sus voces, como tampoco nos confunde la voz del autor cada vez que aparece para contarlos. Destaco, sobre todo, el buen oído de Germán para llevar al papel las voces de la calle.

La lectura no deja de ser más que un largo viaje. Los invito a que se adentren en La colina de los niños sin más equipaje que las propias ganas de seguir viajando a través de las palabras. El destino es siempre un misterio, un final abierto que jamás acaba. Por eso leemos. Para que la vida sea siempre un poco más larga.
Santiago Gil

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